miércoles, 13 de octubre de 2010

VACACIONES A RITMO DE “PARÁBOLA”


A) Vacaciones Intensas: es la provocación que el P. Caffarel lanzaba en una de sus memorables editoriales: intensas en el deseo de hacer muchas cosas vetadas en tiempo normal... intensas en brindar amistad a parientes, amigos, desconocidos que se cruzan en el camino... intensas en apertura a nuevos horizontes y diferentes perspectivas que despiertan los anchurosos campos, los frondosos valles, los agostados altozanos, la bulliciosa ciudad, la agreste llanura, la extraña flora, la salvaje fauna, los límpidos cielos la madre tierra cuajada de artísticos monumentos y belleza insuperable. Todo esto y mucho más debe ser el telón de fondo de algo así como una peregrinación a través del templo de la naturaleza desvelando parte de sus secretos conforme te internas en sus entrañas.


Las vacaciones son una vía de doble sentido según la orientación que se tome:


a) De relax y de distensión física-psíquica, de recuperación de energías, de apertura a nuevas relaciones amistosas, de dar rienda suelta a contenidas emociones, ávidos deseos o pudorosos sentimientos, en fin saborear los infinitos matices que regala la naturaleza en su amplitud de luz, fragancia, ternura etc.

b) De freno o rémora de energías humanas y sobrenaturales que sufren detrimento cuando se cede al ocio desmesurado, la indolencia, la apatía o se cae en la tentación de aflojar la tensión del arco que conlleva la vida rutinaria.


Varias modalidades de encauzar las vacaciones:


1) Éxodo: liberación de cosas extrañas y soñando en nuevas aventuras en beneficio de la Iglesia, del Movimiento del Equipo...al ir iban cantado'' pensando que todo se ajustaría al programa minuciosamente diseñado...el retorno suele ser dispar, unos contentos trayendo sus ''gavillas'' el fruto de un tiempo bien aprovechado e ideales cumplidos; otros arrastrando frustración por fallo de estrategias o mal empleo de los instrumentos elegidos.


2) Desierto particular que replantea un discernimiento serio sobre la vocación o llamada a los ENS, a percibir como Jeremías que es dura la fidelidad a la misión en este mundo secularizado, de maldecir del día que se sintieron llamados (Jer 20,7) pero siguen adelante porque la Palabra les quema dentro, porque los Equipos les atraen con fuerza, porque el Movimiento les necesita.




3) Las vacaciones abren ventanas y posibilidades amplias en este mundo multicultural y globalizado con tal riqueza de matices que es imposible abarcarlas todas mas brindan oportunidades a las sinergias de la comprensión del mundo, la tolerancia, el agradecimiento etc; pone ante los ojos de muchos descreídos el valor incalculable de la religiosidad de las gentes de nuestros pueblos y ciudades que han optado por reactivar sus fiestas patronales o cívico-sociales durante el periodo vacacional dando entrada a veraneantes y foráneos; programan procesiones, novenas, peregrinaciones a ermitas o santuarios en las cuales codo con codo participan individuos de credos distintos e ideologías diferentes en total armonía. No es fácil valorar los resultados de estas manifestaciones de piedad popular pero es notorio que a muchos ha despertado la conciencia adormecida y han recuperado la fe que el tiempo y la vorágine de la ciudad había diluido. La devoción mariana y los santos patronos locales ejercen un notable influjo psicológico y despiertan la piedad popular sin cuya proyección mal se hubiera conservado el sentido cristiano que respiran tantas comarcas.


B) Vacaciones movidas: como de viento agitado que quisiera estar presente en todas partes; o del vehemente joven en alas de la imaginación por ubicarse donde suena la trompeta de la movida; o del sediento turista ávido del festín suculento del arte, la belleza, el colorido, la música, el perfume y los secretos que va arrancando al entorno conforme va abriendo caminos. Recorrer nuestra variopinta geografía es topar a dos por tres con una monumental catedral, una esbelta colegiata en sinergia con iglesias, ermitas, santuarios, monasterios, monumentos funerarios, heráldicas de personajes ilustres provocando una implosión espiritual que avivan la memoria de tiempos pretéritos preñados de significado teocrático y de genios insignes que con sus gubias esculpieron formas casi divinas y en los lienzos imágenes de perenne actualidad.

Mónica, que lleva más de tres semanas perdida por recónditos rincones, confiesa estar abrumada por los descubrimientos que ha hecho y sobre todo porque poco a poco ha ido calando el mensaje que tan sigilosamente guardan, que no es otro, que provocar una lectura orante de la vida tal como fue concebido por la sociedad de antaño. Confiesa además haber experimentado una cierta “metanoia” a una forma de vida en convergencia con los postulados de esa religión de la imagen. No es para menos pues siendo tan observadora no ha podido sustraerse al impacto del humilde labriego que al sonido de la campana abandona sus labores para acudir al culto parroquial. . .la joven pareja de novios que prepara concienzudamente con un año de antelación su enlace matrimonial adjetivando el aspecto formal y ambiental en pro del rito sacramental incluida la confesión. . .la sencilla ama de casa consciente de su ignorancia religiosa pidiendo oraciones por sus intenciones, deudos y familiares y aunque el esposo fallece sigue confiando en el poder de la oración. Ello la obliga a reflexionar sobre ese “resto” con fuerza de resistencia ante la onda de inmoralidad circundante, capaz de mantener activa la llama de la Palabra en espera del tiempo en que aflorará la cosecha conforme al oráculo profético: “así sabrán todos que Yo soy el Señor” (Is 45,3).

¿Por qué no abrirse a la emoción de la contemplación de las maravillas que ofrece el ecosistema de preferencia en la época estival?...en el importuno moscón de subido color negro y la multicolor libélula ambos libando el néctar de la flor al tiempo que baten sus alas a miles de revoluciones por minuto...en la esbelta lechuza y el taciturno mochuelo cazando sus presas en el caos y oscuridad de la noche; en la ágil ardilla, el sagaz lobo, el agudo olfato de las aves de rapiña, el arrullo de la tórtola, el canto del gallo, el candor de la paloma y tanta idílicas escenas que ofrece el campo en su conjunto.¿No son acaso voces y aldabonazos a la conciencia para que despierte del letargo de la rutina y trivialidad de otras cosas? ¿No son las parábolas que usó Jesús para alertar a su auditorio de las excelencias del Nuevo Reino eco fiel de escenas campestres, hogareñas y ordinarias que la gente entendía , les planteaba preguntas y les adiestraba a buscar la respuesta? ¿No aludía con frecuencia a las aves, animales, flores, levaduras, árboles etc que hoy traduciría además en gasolineras, quinielas, autopistas, ordenadores, televisores, móviles y otros instrumentos de uso corriente? Con cosas tan vulgares Jesús logró que la gente entendiera, y quiere lo mismo hoy, cómo la fuerza del Reino sigue presente en la vida aunque no se vea...es exponer la realidad de Dios que no se ve inmediata dentro del horizonte que se palpa (Mester).


Un perfil de las vacaciones, según Caffarel, es el “ascético-purificador”. Hablando de la oración-contemplación señala que de no ir acompañada de la mortificación queda “coja”. Reviste múltiples formas pero las más ordinarias son de índole natural, brotan de nuestra consustancial debilidad e inclinación sensual; será un amigo procaz, una persona petulante, un familiar charlatán, altivo, orgulloso, individuos que peroran dogmatizando otros que quieren imponer su juicio u opinión y casos similares ¿Quién no ha sufrido el acíbar del desprecio, ninguneo, la contradicción por sistema? ¿no son instrumentos pedagógicos que regala Dios para que tomemos conciencia de la propia realidad que nos gusta esconder? Esta reflexión había conducido al amigo Senen a ver en los demás “espejos” reflejando los propios repliegues interiores oscurecidos porque miramos la “mota en ojo ajeno” para que nuestra viga quede oculta.


Finalmente el verano, ya en terreno personal, invita a compartir experiencias y revitalizar vivencias. De entrada te entregan las llaves de la parroquia y ermita con el halagante señuelo de estar entrenados en estas cuestiones pues han oído que pertenecemos a un Movimiento de Espiritualidad. Con tal credencial, comienzan las actividades en los diversos campos eclesiales: labores de carácter pastoral-litúrgicas y catequéticas, participación en exposiciones de índole sacro impartiendo “charlas” y acompañando a visitantes, ayudando al primo Ángel en su ministerio sacerdotal por los pueblos limítrofes incluso suplirle en varias ocasiones y oficiar la “Celebración de la Palabra”. Son experiencias inolvidables, auténticos regalos divinos, compartir la fe y devoción en ese ambiente rural con gente sencillísima, labriega y recia como el terruño que pisan, abierta cual surco que rompe el tractor, cándida igual que las palomas que anidan en los recovecos de los altozanos o en blancos palomares hoy residuos arqueológicos, de trato amable, bondadoso, hospitalario. Tan exaltado carácter atrae y contagia, sorprende y enseña, ennoblece y dignifica te hace sentir como en casa y como diría San Pablo contento aunque abrumado “porque se me ha abierto un amplio campo a la evangelización”.

Así han deslizado las recientes vacaciones contadas a ritmo de “parábola” música campera y atuendo artístico-cultural

Vicente y Mª Ángeles Pérez-Llamas
Barcelona (B-150)

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