POESÍA LEIDA POR EL AUTOR, CON MOTIVO DE LAS BODAS DE ORO SACERDOTALES.(07-IX-2013)
SACERDOTE DE CRISTO
Quiero ser sacerdote,
del supremo Señor representante
genuino y fidedigno.
De Cristo sobre el mundo luz constante;
inquieto peregrino.
¡Sacerdote de Cristo!,
y en medio la tormenta desatada
ser faro y ser consuelo
del alma que indecisa y fatigada
trajina con desvelo.
¡Sacerdote de Cristo!
Piloto que en los mares de la vida
conduzca,, firme mano,
del puerto de esta vida a la otra orilla,
al frágil ser humano
¡Sacerdote de Cristo!
Al hombre, con mi mano consagrada
por el óleo divino,
la llenaré de amor, y esperanzada
llevaré a su destino.
¡Sacerdote de Cristo!
Tú eres sin fin el cúmulo de bienes
en una paz sincera.
Rey ungido que triple poder tienes
de una misión certera.
¡Sacerdote de Cristo!
Sal y luz de la tierra, voz potente
que es la voz del Eterno…,
que el mundo ante Ti doble su frente
y tiemble el vil averno.
¡Sacerdote de Cristo!,
sacado de los hombres eres Dios,
lo eres todo y eres nada,
siembra y siega, el rebaño y el pastor
de una grey esperanzada…
¡Sacerdote de Cristo!.
Contigo quiero estar y siempre en cruz;
y dar así mi bendición
a un mundo global; y ser luz
de gracia y redención.
Yo quiero que en el cuenco de mis manos
-como un cáliz de Dios-
beban siempre tu sangre mi hermanos
y gusten de tu amor.
Fr. José Miguel Fernández Pérez. Monachil, 1960
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