Nos encontramos ya en pleno verano, tiempo en que se suspenden las actividades comunitarias de los ENS, pero no por eso dejamos de ser cristianos y familias cristianas.
Tengamos en cuenta que el tiempo que disfrutemos de un merecido descanso es muy apto para reflexionar en profundidad lo que significa ser cristiano y vivir como cristianos en familia, para lo cual me permito ofrecer algunas pautas que nos pueden ayudar.
Ante todo, tener algún momento cada día de encuentro sincero con el Señor comunicándole nuestros sentimientos, inquietudes, penas y alegrías; la oración como trato de amistad con el Señor es vital para ser cristianos de verdad. Tampoco podemos olvidarnos de participar en la Misa cada domingo y día festivo, dondequiera que nos encontremos, ya que la Eucaristía dominical y festiva es también un alimento necesario para nuestra vida cristiana.
El verano es también un tiempo muy apropiado para cuidar nuestra cultura con alguna lectura que nos enriquezca humanamente, no olvidemos del todo lecturas que alimenten nuestra vida cristiana; en este aspecto recomiendo muy especialmente la lectura del Nuevo Testamento: Evangelios, Hechos y Cartas de los Apóstoles.
Finalmente quiero recomendar la lectura de un libro titulado “El testamento del pescador”, que ofrece de forma muy amena, y también muy auténtica, la Vida de Jesús; obra de la que han aparecido numerosas ediciones. Todo lo dicho nos puede ayudar a vivir de modo muy provechoso el verano, no olvidando la Palabra de Dios, la oración y la Eucaristía como pilares fundamentales de la vida del cristiano a todos los niveles; para nosotros como personas y como familias.
José María Rodríguez-Izquierdo S.I.
Tengamos en cuenta que el tiempo que disfrutemos de un merecido descanso es muy apto para reflexionar en profundidad lo que significa ser cristiano y vivir como cristianos en familia, para lo cual me permito ofrecer algunas pautas que nos pueden ayudar.
Ante todo, tener algún momento cada día de encuentro sincero con el Señor comunicándole nuestros sentimientos, inquietudes, penas y alegrías; la oración como trato de amistad con el Señor es vital para ser cristianos de verdad. Tampoco podemos olvidarnos de participar en la Misa cada domingo y día festivo, dondequiera que nos encontremos, ya que la Eucaristía dominical y festiva es también un alimento necesario para nuestra vida cristiana.
El verano es también un tiempo muy apropiado para cuidar nuestra cultura con alguna lectura que nos enriquezca humanamente, no olvidemos del todo lecturas que alimenten nuestra vida cristiana; en este aspecto recomiendo muy especialmente la lectura del Nuevo Testamento: Evangelios, Hechos y Cartas de los Apóstoles.
Finalmente quiero recomendar la lectura de un libro titulado “El testamento del pescador”, que ofrece de forma muy amena, y también muy auténtica, la Vida de Jesús; obra de la que han aparecido numerosas ediciones. Todo lo dicho nos puede ayudar a vivir de modo muy provechoso el verano, no olvidando la Palabra de Dios, la oración y la Eucaristía como pilares fundamentales de la vida del cristiano a todos los niveles; para nosotros como personas y como familias.
1 comentario:
Ante todo dar las gracias por la rica recomendación de un libro en el que llenar un poco de nuestro tiempo veraniego.
He pensado que seria una buena opción añadir en una nueva sección en el blog recomendaciones de todo tipo...ya puedan ser libros, películas, escritos...cualquier cosa que pueda enriquecer nuestra espiritualidad.
Ya aprovecho para resaltar lo que a mi me ha aportado dicha lectura...Me ha hecho ante todo reflexionar, sobre la diferencia del reino de Dios y el de los reinos humanos.
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